Una mujer ingresó con un cuadro de infección en el Centro de Salud. Los profesionales, al indagar cuál había sido el origen de ese mal, encontraron una insólita respuesta por parte de sus familiares. La paciente se había colocado silicona líquida en el busto en una casa común y corriente. Los profesionales de la salud recomendaron que hicieran una denuncia porque estaban ante una práctica ilegal. Así se inició la investigación que terminó con la caída de una banda que se dedicaba a realizar esta actividad.
Por orden de la fiscala Diego Hevia, personal de Delitos contra las Personas, al mando de los comisarios Juana Estequiño, Miguel Carabajal y Jorge Dib, pudo identificar a los responsables de la operación que casi le provocó la muerte a la mujer. Con las evidencias recolectadas, consiguieron que un juez otorgara una orden de allanamiento.
Los investigadores se presentaron en tres domicilios de la capital. Secuestraron, entre otros elementos, recipientes con silicona líquida, instrumental médico, anotaciones y teléfonos celulares. Con esos datos, pudieron reconstruir la actividad que desarrollaba este grupo.
Los sospechosos habrían comenzado a realizar esta actividad ilícita en 2021. Utilizaban domicilios particulares y cobraban hasta $50.000 por cada intervención. “Lo más sorprendente de todo es que reconocieron que no tenían ningún tipo de preparación y que habrían aprendido todo observando videos en internet”, sostuvo una de las fuentes vinculadas a la investigación. A los responsables de la organización se les informó que estaban siendo investigados por esta actividad ilícita.
Trascendió que el grupo comenzó a inyectar silicona líquida a chicas trans, pero con el correr del tiempo fueron atendiendo a mujeres y hombres. “Se hicieron muy conocidos en las redes sociales. Me enganché con ellos por Facebook. Ellos explicaban que tenían todo en regla y que no había ningún problema sanitario para ponerse”, explicó Alma, una joven que recurrió a sus servicios. “Fui a ellos porque podía pagar el tratamiento. Con todo lo que me está contando, tendré que ir a un médico de verdad para que me controle. La verdad es que soy una tarada, me dejé conquistar por la plata”, añadió.
Un peligro
“Ponerse silicona líquida en cualquier parte del organismo es muy peligroso tanto por su toxicidad como porque el organismo no lo reconoce como un componente propio y con el tiempo tiende a rechazarlo”, explicó el cirujano plástico Eduardo Palazzo. “Al consultorio me llegan muchos casos de mujeres, sobre todo, que se colocan silicona líquida y aceite de avión para aumentos mamarios y de glúteos. Últimamente también se están aplicando en la cara por una cuestión económica, porque tiene menos costo este tipo de productos antes que el ácido hialurónico o los rellenos aprobados por Anmat”, añadió en una entrevista con LA GACETA.
Su colega, Rodolfo Villavicencio, informó: “usar estos productos representa un riesgo importante para la salud de la población”. “No recuerdo un caso concreto de personas que se hayan colocado silicona ilegalmente, pero durante mi formación en un hospital público de Buenos Aires, tuvimos la oportunidad de tratar varios pacientes con este tipo de problemática. El abordaje suele ser complejo y multidisciplinario. Desconozco sobre personas que ofrecen este servicio, porque claramente se manejan en la ilegalidad”, agregó en una entrevista con nuestro diario.
“Los riesgos para la salud son enormes; son cuerpos extraños a los que el organismo reacciona como tales. No pasan por procesos de esterilización ni antiséptica, por lo que es probable que causen infecciones, en muchos casos muy severas y con compromiso de la vida”, comentó Villavicencio. (Con colaboración de Micaela Pinna Otero)
Antecedente: el caso de Silvina Luna, todo un ejemplo
Un conocido caso vinculado a mala praxis y a la aplicación de productos plásticos es el de Silvina Luna. La actriz y modelo se sometió en 2011 a una cirugía estética en sus glúteos, practicada por el médico Aníbal Lotocki, por la cual sufrió una intoxicación de metacrilato, que le provocó hipercalcemia e insuficiencia renal, por la que recibe un tratamiento de diálisis para vivir. El 13 de junio, Luna fue internada en el Hospital Italiano debido a un cuadro de encefalopatía de origen multicausal con necesidad de soporte ventilatorio. El último parte médico difundido sostiene que Silvina requirió asistencia ventilatoria mecánica a causa de su debilidad muscular.